lunes, 31 de marzo de 2014

RAQUETAS POR EL ALTO CURUEÑO

Aprovechando el fin de semana libre que nos coincidía a todos, nos buscamos una casa rural y nos fuimos y vaya si fuimos, que estaba todo el club (hasta la futura Jimena), menos nuestro amigo Ismael, pero bueno a lo que vamos.....

La zona que elegimos esta vez fue una zona conocida por algunos donde solemos ir a hacer esquí de fondo, (o mejor dicho: intentarlo) con los chicos del centro de San Cebrián, en el norte de León en el valle del nacimiento del río Curueño, concretamente en el puerto de Vegarada.
Una zona poco conocida y explotada pero que tiene unas zonas increibles para todo tipo de actividades, desde mucha nieve en invierno hasta zonas de montaña para hacer largas rutas en buen tiempo.

El sábado amaneció lloviendo :( pero eso no nos desanimó, cogimos el coche, la comida, el pan y el vino y para el puerto, rezando para que se marchasen las nubes (aunque alguno rezaba para que su compañero de habitación no rocase la noche siguiente) y poder aprovechar el día y más o menos, así fue, el tiempo nos permitió una ruta por la zona de 2 horillas con las raquetas por un valle donde la cantidad de nieve era increible.

Empezamos calentando haciendo unas bolitas de nieve.


Paseito por la zona probando las raquetas.




Un poco de culo-esquí.


Y cuando estabamos acabando............... se puso a llover, así que para la casa a cambiarnos y comer al calorcito.

Nos vemos en la siguiente, que seguro tenemos nieve todavía
Bea, Mele, Juchi, Rodri, Varona, Javi, Alvaro y Chao

jueves, 27 de marzo de 2014

RAQUETADA EN POR PICOS DE EUROPA

Sábado de 15 de marzo. Stop. Cumpleaños de Rodrigo. Stop. Tempranera y ya habitual reunión en la plaza de la fuente. Stop. Congregados: Chao, Javi Vargas, Judit, Javi Varona y Rodri. Stop.  Salida hacia Oseja de Sajambre. Stop. Hacia las nueve y media llegada a destino. Stop. No esperéis nuestro regreso hasta la primavera. Stop.

Este corto y sencillo telegrama era el que teníamos intención de enviar desde el valle de Sajambre, a las puertas mismas del desfiladero de los Bellos horadado por el archiconocido río Sella. Pero sólo se quedó en pensamiento, puesto que imaginábamos que en una raquetada organizada lo único que no podía faltar era la nieve. Pues aunque no en exceso, la nieve no decepcionó por su ausencia y pudimos disfrutar de un espléndido paseo por las montañas leonesas. 





Nos convocaron en el pueblo de Oseja, capital del valle de Sajambre. Las diez y media se antojaba una hora un tanto vespertina para el inicio de esta actividad, pero para los alcubilleros no hay plan suficientemente pronto como para desanimarlos. Una Judit, concentrada en la conducción, nos guío puntualmente al valle cantábrico ,y durante el sinuoso descenso por el puerto del Pontón comprobamos que los Red Bull no te dan alas, como publicitan, porque si no nos hubieran adelantado sin necesidad de estar chupando rueda todo el trayecto.
Llegamos con tiempo, mucho tiempo, suficiente para confirmar inscripción, desayunar tranquilamente, comprar nutrientes en una tienda y comprobar decepcionados que el hermano de Calleja no hacia apto de presencia mas que en el cártel que promocionaba la actividad, aunque no faltó un guía con curiosas botas de montaña, de esas que nos ponemos
todos nada más levantarnos de la cama.

¡Claro! No podían ausentarse las pilotos de la escudería Red Bull que, aunque monas, no alcanzaban el nivel de los ángeles de Victoria Secret. Tampoco éstas iban promocionando lencería, sino “¿de qué lo quieres, de frutas del bosque o de lima?”, los nuevos sabores para hacer tragables el ya imbebible brebaje del toro de Vettel. Si alguno quiere uno, yo todavía tengo dos en el frigo. Aunque no dejo de preguntarme cómo habrán llegado allí.
¡Vamos al tema! Se inicio la raquetada con la presentación, al estilo campamento de Lebanza, pero más cutre. Por su puesto no podía faltar el de las zapatillas de andar por casa. Debe ser costumbre caminar en el pueblo ir con ese calzado. Siguieron los consejos y se dio el pistoletazo de salida. Y como si se tratase de una carrera de los autos locos, con el Tierno Doyuna y el patán Risitas a la cabeza de la marcha, nos lanzamos al puerto del Pontón una vez más, esta vez hacia arriba.


Con milimétrica coordinación nos indicaron donde estacionar el buga y ya todo dispuesto para el arranque del paseo. La primera impresión no siempre es la correcta y es que aparentemente no había nieve suficiente como para sacar las raquetas, pero a los pocos metros de ascender ya se hizo necesario el sacarlas de las mochilas y enfundárnosla para casi la totalidad del paseo.




Si al comienzo de la marcha, dudábamos de nuestras cualidades de raquetistas, al final teníamos nuestra moral por las nubes, ese mañana casi inexistentes, pues tal era nuestra desenvoltura y nivel físico que pronto nos vimos tirando del resto de participantes. Aunque claro no era difícil, cuando entre ellos iban retacos de no más de cinco años y sabios montañeros de más de setenta.



Disfrutamos de un paseo espectacular, nos quedamos con ganas de alcanzar la cumbre del pico Pozúa (1908 m), a cuya sombra almorzamos (el resto comieron) y caminamos (ya sin raquetas) entre los riachuelos, que metros más abajo dan forma al río Sella, en el barranco del Infierno.




Como testigos de nuestra aventura los impresionantes Picos de Europa, esa colosal masa pedrera, que no por gigantesca deja de ser hermosa, y que rozábamos casi con la punta de nuestros dedos, puesto que la teníamos ahí mismo, frente a nosotros.
Nada que reseñar, quizás esa sea lo más destacable (bueno a Rodrigo se le olvidaron  nuevamente las polainas, aunque esta vez sin consecuencias).
A las seis de la tarde la comida en Velilla, junto al Carrión, con tortilla, filetes empanados, pan y gajos del Sajambre, fruta, ¡ah! y Red Bull. ¡Ja,ja,ja!. Había que coger fuerza para la noche.
Los alcubilleros somos mujeres y hombres de retos, por eso sabemos que volveremos algún día para hollar la cumbre del Pozúa, que casi tocábamos con nuestros palos.

¡¡¡¡¡¡ NOS VEMOS EN LA PRÓXIMA!!!!!
Varona, Juchi, Chao, Javi y Rodrigo


P.D. Me ha dicho la Mariví que por favor  si alguien lleva tortilla la prepare sin cebolla, que su hijo también tiene derecho a comer. Gracias por adelantado.

jueves, 13 de marzo de 2014

CIRCULAR POR VALVERDE DE LA SIERRA

Acabando las nuevas ferias, el carnaval y los diluvios, nos podían las ganas de cambiar las verbenas por la montaña y coincidimos todos en que, "el domingo, a la montaña!" aprovechando que descansábamos todos excepto el churrero, menuda papeleta tiene.

Todavía hay bastante nieve, así que toca ruta de raquetas, hacemos acopio de las que podemos pero aún así, eramos más andarines que raquetas. Decidimos una ruta circular por Valverde de la Sierra con la opción de hacer un par de cimas (La Rasa y peña del Anís).

Salimos a las 9 de Astudillo y Carrión, Mele, Varona, Juchi, Javi, Raquel, Álvaro, Marta, Ester, Chao, Laso y Mariano, nuestros amigos de la SIRO, dirección "el norte" donde alguna dice a su familia donde va y algún coche se lo tomó más en serio y siguió más hacia en norte.

Nos preparamos las polainas, raquetas, cremita,... y empezamos a andar muy abrigados pero a menos de 500 metros ya estábamos en manga corta, nos esperaba un día perfecto! En media hora ya estábamos pisando nieve y probándonos las raquetas.


Debido a la caló de los últimos días, la nieve estaba blanda y para los que pesamos más de 80 kilos y no usábamos raquetas, dar un paso se convertía en un suplicio, pero íbamos tirando poco a poco tomandonoslo a cachondeo hasta que llegamos a un inmenso acebal. El día era increíble pero el ritmo de avance era lento por lo que varias veces nos replanteamos, qué hacer.





Después de las fotos, decidimos tirar un poco más adelante y llegar hasta el collado. Tardamos 64 minutos en andar un kilómetro, entre la pendiente que teníamos, el metro y medio de nieve que cada paso tocabamos fondo y los rios y escobas que hacían la nieve hueca, acabamos desesperados, menos mal que nos lo tomamos a cachondeo y el día acompañaba, sino estamos en casa a tomar el vermouth. Y eso de que los que pesaban poco no se hundían........


Bueno por fin salimos del atolladero y vemos un poco más de claridad, a partir de aquí empezamos a disfrutar del día con la imagen de la cara oeste del Espigüete de fondo. "Ya es hora de comer!", y tal y como lo pensamos apareció entre la nieve un refugio sin nieve en los laterales que nos ayudó mucho a tomar las viandas preparadas con café, vino y postre, increíble!






A partir de aquí, la cosa se torna más sencilla, divisamos el camino de bajada y con un paseillo de casi dos horas llegamos de nuevo al pueblo con un muy buen sabor de boca y la colleja quemada. Somos así!




Nos vemos en la siguiente
Mele, Varona, Juchi, Javi, Raquel, Álvaro, Marta, Ester, Laso, Mariano y Chao